jueves, 19 de enero de 2012

"La primera vez duele"

Bien, así inicia mi historia: con una boda perfecta, un esposo perfecto, muchas ganas de consumar nuestro amor (ambos vírgenes, aunque ya nadie crea en eso)... y sorpresa!! No pudimos romper mi himen la noche de bodas!


Pero conservamos la calma y nos empeñamos en intentarlo durante toda la luna de miel. Dos semanas después de mucho sexo creativo pero sin ningún tipo de penetración, comenzamos a preocuparnos y  pensamos que tal vez no sabíamos cómo tener sexo... jaja pero cómo? si hasta los niños en la pubertad llegan a hacerlo sin ningún entrenamiento??

Tras mucha investigación he intentos desesperados de lograr una penetración, la preocupación y la frustración fue subiendo de tono. Yo pensaba para mis adentros y recordaba lo que mis familiares y amigas me decían antes de la boda: -"Te va a doler mucho, pero vos te aguantas las primeras veces y ya."
Me sentía tan cobarde.
Semanas después de lectura y paciencia, fuimos a dar con el "VAGINISMO", oh sí, una palabra nueva para nosotros y desconocida para la mayor parte del mundo. Pues BINGO, la descripción del vaginismo coincidía perfectamente con lo que yo sentía al intentar ser penetrada:

"El vaginismo es la aparición persistente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina frente a la introducción del pene, los dedos o el espéculo.  Es "castellano": la vagina se cierra y obstruye cualquier penetración."

Y cuando supe las causas del vaginismo terminé por identificarme más con el problema:

  • Miedo al dolor durante la relación sexual. 
  • Educación estricta y religiosa en donde el sexo fue mostrado como algo malo o no se discutía.
  • Experiencias traumáticas en la infancia.
En efecto, yo tenía miedo debido a todo lo que me metieron en la cabeza antes de la boda a modo de consejo, fui criada religiosa y estrictamente; y para terminar de rematar sufrí abuso sexual cuando era tan pequeña que no tengo recuerdos, rencores o conflictos claros en mi consciencia.
Otras causas pueden ser de origen orgánico, miedo al embarazo, temor al placer, entre tantas otras.

Fue así como me "autodiagnostiqué" con vaginismo y es así como iniciamos mi tratamiento contra el vaginismo. 

Doctores, libros, ejercicios, lubricantes, dilatadores... allá vamos!!

Mariana

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